Casa de la Primavera
Con la denominación de “Casa de la Primavera” aplicada a las tierras alicantinas litorales y prelitorales al sur del cabo de La Nao, el escritor Wenceslao Fernández Flores quiso significar el acusado predominio de dias soleados y con temperaturas gratas en los meses de otoño e invierno. Al sur del paralelo 38º45 N, estas tierras ocupan una posición periférica y meridional en la zona de circulación general del oeste. Ninguno de los mecanismos climáticos que interaccionan en este ámbito posee una proyección equiparable a la de la subsidencia subtropical, no sólo como causa primordial del máximo de Azores sino también por su responsabilidad capital en las más intensas y prolongadas sequías, así como en la escasez estival de precipitaciones. De resaltar es asimismo la marcada condición de sotavento del espacio considerado, al socaire longitudinal de la influencia atlántica, cuyo debilitamiento en dicha área agrava aún más el relieve; en efecto, al alejamiento de aquel océano se suma el cierre montañoso que imponen las sierras subbéticas a los vientos del noroeste, mientras hace otro tanto el grandioso edificio de Sierra Nevada con ponientes y garbinos.
De destacar es también, por el elevado calor específico de las aguas marinas, el papel térmico del Mediterráneo, que contribuye a dulcificar las temperaturas de otoño e invierno en el espacio considerado. Fruto de todo ello son medias anuales superiores a 18ºC, con veranos calurosos (julio o agosto en torno a 26-27ºC e inviernos suaves, con una media para el más fresco, habitualmente enero, superior a 8ºC, con valores de 11 a 13 ºC en el litoral; no hay, pues, invierno térmico, tal y como atestiguan las máximas y mínimas medias para dicha estación, con cifras respectivas de 17,3 y 6,7ºC en Alicante, muy raramente, y no todos los años, el termómetro desciende de 0ºC en la franja costera, y tampoco se prodigan valores negativos en las tierras prelitorales.
La referencia al confort climático de estas tierras quedaría incompleto sin mencionar el aspecto habitual del cielo, es decir, débil nubosidad, ya que el número de días despejado duplica al de cubiertos; la media de horas de sol al año no baja de 2.800, y pasan de 1.100 entre octubre y marzo, con máximo de 340 en julio, y mínimo, notoriamente alto, de 175 en diciembre.
Información relacionada con la Casa de la primavera:
- Confort climático en la región de Murcia
De destacar es también, por el elevado calor específico de las aguas marinas, el papel térmico del Mediterráneo, que contribuye a dulcificar las temperaturas de otoño e invierno en el espacio considerado. Fruto de todo ello son medias anuales superiores a 18ºC, con veranos calurosos (julio o agosto en torno a 26-27ºC e inviernos suaves, con una media para el más fresco, habitualmente enero, superior a 8ºC, con valores de 11 a 13 ºC en el litoral; no hay, pues, invierno térmico, tal y como atestiguan las máximas y mínimas medias para dicha estación, con cifras respectivas de 17,3 y 6,7ºC en Alicante, muy raramente, y no todos los años, el termómetro desciende de 0ºC en la franja costera, y tampoco se prodigan valores negativos en las tierras prelitorales.
La referencia al confort climático de estas tierras quedaría incompleto sin mencionar el aspecto habitual del cielo, es decir, débil nubosidad, ya que el número de días despejado duplica al de cubiertos; la media de horas de sol al año no baja de 2.800, y pasan de 1.100 entre octubre y marzo, con máximo de 340 en julio, y mínimo, notoriamente alto, de 175 en diciembre.
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